Jóvenes y exitosos, los Rolling Stones vivían días acelerados y turbulentos, a tal punto de gastar casi todo el dinero que tenían, incluyendo lo que debían al gobierno británico en impuestos. Por esa razón huyeron en primavera de 1971 al sur de Francia, no sin antes comprar un camión de gran tamaño y llenarlo del mejor equipo de grabación jamás visto.
En ese estudio de grabación móvil, estacionado en la villa Nellcôte, cerca a Niza, se registraron canciones en las que colaboraron todo tipo de ídolos musicales, que encontraron un escape perfecto a sus mitigadas realidades en el sótano de aquella hacienda francesa.
Poco se conoce de las bacanales de los Rolling Stones en el sur de Francia durante ese verano de 1971, pero lo que se sabe es que fueron detonantes de una de las grandes obras del rock en su historia, el sublime ‘Exile On Main Street’.
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